jueves, 3 de abril de 2014

La crisis global en democracia

 Cuando se mira en los diarios la secciones internacionales lo que se  observa es la conflictividad, tanto en lo político como lo económico, de los sistemas de gobierno globales.

La idea de globalización tiene dos enfoques concretos, uno de origen cultural y otro de carácter  geopolítico, pero ambos  enfoques se retroalimentan en el campo del poder. En democracia, los gobiernos se legitiman por la aceptación y la acción de acatamiento de sus gobernados, pero para que eso suceda se instrumenta un aparato simbólico- ideológico, el cual fundamente, como bien necesario, dicha medida del gobierno. La teoría política denomina a esto como sustentabilidad de poder, cuando un sistema político falla, se  tiene una  brecha simbólico- práctica entre la élite gobernante y sus gobernados; hoy el capitalismo global  se sustenta en un doble comando que trata de lograr el acatamiento no solo nacional, sino también internacional de sus medidas económicas y  políticas. La democracia liberal tiene su historia y se desarrolló de forma gradual, no se puede pensar que el grado de representación actual se había dado desde su origen.
Hoy la democracia se construye como un catalizador de los derechos civiles, esto no fue siempre así, el pensamiento occidental tiene una historia llena de claroscuros. Algunos pensadores europeos consideran que la representatividad se logra por medio de una tecnocracia altamente jerarquizada y ordenada con una articulación muy cercana a la agenda norteamericana y a la comunidad europea; a éstos intelectuales y funcionarios públicos se lo suele denominar neoliberales. Dentro del pensamiento democrático moderno se desarrollan otras  corrientes opuestas, que fundamentan su poder en la resolución de los conflictos construyendo lo que se llama la agenda pública, que tiene como el más ferviente de sus defensores a Laclau, y  que declaman a la democracia como un lugar donde se disputan los interese de los bloques ideológicos para construir una hegemonía dominante.
El pensamiento neoliberal se instaló con fuerza global desde 1980 hasta el 2000, pero cuando muchos errores tantos económicos como diplomáticos fueron diluyendo el capital simbólico de Norteamérica y la ONU, como es el caso de la guerra del Golfo Pérsico, y las crisis económicas de la última década, la geopolítica poco pudo hacer para resolver el descrédito de su clase dirigente no sólo dentro de sus países de origen, sino también en la política internacional. En la actualidad dos soluciones se disputan la hegemonía global, una dentro del pensamiento liberal donde proponen restringir los derechos de la ciudadanía dentro de la ley de mercado con mas recesión y ajustes económicos, pero con más conflictos sociales en la política de cada país y guerras económicas y militares sectorizadas y controladas.O una salida populista con centralización del poder y la economía en manos del estado. Ante éstas situaciones de convulsión nuestra observación como lectores de los medios de comunicación debe de ser dentro de una visión crítica y nuestra participación como actores sociales no puede ser ingenua.

0 comentarios:

Publicar un comentario