miércoles, 21 de diciembre de 2011

Después de 10 años los yanquis lo lograron


 Desde las torres gemelas Estados Unidos ha intentado imponer en el mundo su "guerra contra el terrorismo", cosa con la que muchos, recordando la embajada de Israel y la AMIA, podrían estar de acuerdo.
   Ahora bien, habiendo visto la reacción que los actores relevantes del modelo neoliberal (medios de comunicación y hasta incluso congresistas) tuvieron para con la reforma de salud y el movimiento de los indignados, diciendo que "el socialismo los está invadiendo", sería ingenuo pensar que en poco tiempo estos mismos actores no interpreten que estas formas de protesta social son una solapada gestión terrorista para desestabilizar el mundo libre.
   Muchos de ustedes podrán pensar, "ok, y esto que tiene que ver con nosotros?", pues bien, el congreso el jueves dió media sanción a una ley que disfrazada de anti-terrorista en realidad es un arma poderosa para criminalizar la protesta social; se trata de una reforma del código penal impulsada por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
   El GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional) es un organismo multilateral que funciona en las mismas oficinas que la OCDE, una organización económica internacional que agrupa únicamente a los países ricos. Es como el FMI pero en vez de imponer políticas macroeconómicas impone legislación penal a tono con los intereses estratégicos del imperialismo en los distintos países del mundo.
   Lo interesante de esto es que, el artículo 3º de esta ley (que como pueden ver está aprobada por mayoría) incorpora el artículo 41 quinques al Libro Primero, Título V, del código penal.
   Para ser más claros cito textualmente dicho artículo: "Cuando alguno de los delitos previstos en este Código hubiere sido cometido con la finalidad de aterrorizar a la población, la escala penal se incrementará en el doble del mínimo y el máximo. Si la finalidad fuese la de obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo, se aplicará la misma escala, siempre y cuando no se trate del ejercicio de un derecho constitucional".
   Como podrán apreciar este aumento en la escala penal, además de ser un clara disuasión para las luchas populares, trae aparejado un riesgo grave y efectivo: el de prisión preventiva para los supuestos terroristas, es decir, cárcel sin condena firme para los luchadores sociales que sean procesados.
   Un claro ejemplo de ésto se puede ver en Chile, donde se ha usado una ley similar para criminalizar las protestas del pueblo Mapuche que luchan por la tierra y contra el saqueo de los recursos naturales.
   Como decía el gran Indio Solari, "si la cosa sigue así todo preso en político"; pues para que esto no suceda debemos ponernos de pie y luchar, ya lo hicimos una vez y ganamos, podemos hacerlo de nuevo, todos los luchadores y organizaciones debemos ganar las calles antes que sea tarde. Para ello realizaremos este miércoles 21 de diciembre, a las 20 hs, un acto de repudio al proyecto de ley en las puertas del Ministerio de Justicia (Sarmiento 329), que es el organismo que impulsó el avance de este atentado contra los derechos soberanos de nuestro país.


LA RESISTENCIA NO ES TERRORISMO.

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