domingo, 29 de agosto de 2010

La disputa política: Más allá de lo evidente


Para enfocar el nuevo debate político, a nivel intenacional, debemos tener en cuenta  dos temas fundamentales, los cuales se repiten en diferente paises en el mundo. El primero, la disputa de estos paises que por diferentes razones, estan definanciados y a merced de los capitales internacionales, en oposición al capitalismo financiero internacional, el cual en momentos de crisis su única receta es recesión, bajas de salario y flexibilización laboral. El segundo tema lo hemos esbosado en el artículo anterior y es el poder de las empresas concentradas de información en influir sobre las decisiones que los gobiernos deberían tomar en temas sensibles; pero los cuales se interponen a los propios  intereseses empresariales, pretendiendo como Maquiavelo lo denuciara al decir, que el príncipe se asocia con el pueblo o con los poderosos, gobernar como socios del poder del partido de turno y hacer más redituables sus negocios.
Si todavia no quedo claro la agenda internacional sobre la debilidad del estado actual para frenar el poder concentrado en estos dos temas veamos lo sucedidido en Italia o lo que sucedede en la crisis Europea y cómo estos dos actores influyen más de lo que creemos en nuestra vida cotidiana. En el primer caso el presidente de Italia Giorgio Napolitano es atacado sistemáticamente por Silvio Berlusconi, pudiendo traer una crisis institucional grave. Para situarlo en el conflicto, al primer ministro Silvio Berlusconi se lo acusa:  del pago de 580 mil euros al abogado británico David Mills (ya condenado) para que testificara a su favor y a las presuntas irregularidades en la compraventa de derechos televisivos por parte de su grupo Mediaset. Pero para tener una perspectiva más amplia de  este empresario:

sábado, 21 de agosto de 2010

El poder de los estados quiere condicionar los medios de comunicación


No es nuevo que los estados quieran intervenir en algún aspecto del devenir social y es además previsble que lo hagan, muchas teorias se debaten sobre ello, y no quita de interés sociológico, el hecho de al haberse producido en los últimos veinte años unas series revoluciones tecnológicas en el area de las telecomunicaciones, las cuales han dado órigen a un negocio de gran escala y de ganancia en algunos casos millonarias. Los cuales hallan producido en este ámbito corporaciones por las cuales sus  interses económicos y su posibilidad de influir en la opinión pública no solo debilite algunos tipos de gobierno y favoritice otros, sino además deja vulenrable al propio estado al no dar respuestas institucionales, como es la ley de medio en Argentina, para regular y garantizar la pluradidad de voces las cuales garanticen la diversidad propia de las socidades actuales. Además las reglas claras de comunicación  evitan  el atropello de los gobiernos sobre alguna prensa que no le es afín.
Para terminar la libertad de prensa es un bien de todos y no de un grupo económico específico. Menos áun de un gobierno de turno, el cual los favorece en la concentración tecnológica, cuando le conviene o lo interviene por fuerza militar y/o física cuando no.

El arte de pesar el mundo


Cuando en Grecia antigua los hombres de esas ciudades pasaron del mero hecho de la caza y la pesca, a la guerra, a la producción y al comercio. Algunas personas no se conformaron con solo vivir mecanicamente, sino que empezaron a plantearse otra manera por las cuales las cosas fueran lo que son o otra cosa, de esos primeros pensamientos se nutre la filosofía. Cuando el tiempo transcurrió y las ciudades se expandieron. Algunos filósofos dejaron de cuestionar a la naturaleza y pusieron el énfasis en el gobierno y el estado.  Con ello se dio orígen a la filosofía  política.
En la actualidad el debate filosófico se debe rescatar del  discurso político y la práctica científica, para resignificar a estas dos últimas, por lo tanto este espacio no es político sino que piensa a la política y de esa manera piensa al hombre dentro de una definición amplia.
Con esta presentación ponemos al debate nuestras  ideas, no para hacer abstracciones carentes de practicidad, sino que  los hechos de nuestra realidad no se confundan dentro de un escepticismo con el cual el poder de turno se beneficie, pocas veces como ahora, pensar y actuar es nuestro desafio.