Si bien el modelo construido como lo presentamos en la nota anterior se fundo en los intereses de una alta burguesía-capitalista de corte productivo, ese modo de acumulación de capitales cambio su matris económica en los tiempos donde las corporaciones tomaron un tinte internacionalista. Como lo demuestra hoy, a manera testimonial, el escrito de Lenín " EL IMPERIALISMO, FASE SUPERIOR DEL CAPITALISMO", en el cual se demuestra que de tiempos muy tempranos la competencia dentro del capitalismo no diversifica la oferta de productos, sino que al contrario trata de restringirla, aplicando un darwinismo económico, donde solo sobreviven los de mayor concentración económica, los cuales siempre son socios del mismo club social, de la misma unversidad, o comparten las mismas casa de masajes, por lo tanto no sólo comparten intereses comerciales, sino también una cosmovisón del mundo, y en ese sentido sus intereses están materialmente opuestos a los intereses de las pequeñas burguesías- nacionales, competidores potenciales. Si bien Lenin no defiende los intereses nacionales dio elementos técnico para la lucha contra el imperialismo. En el período actual es la concentración de recursos de la gran banca internacional en manos de los países desarrollados quien hace los cambios monetarios que hasta el momentos les fueron favorables. Pero pondremos un párrafo del libro antes mencionado,
"Una parte cada día mayor del capital industrial — escribe Hilferding — no pertenece a los industriales que lo utilizan. Pueden disponer del capital únicamente por mediación del banco, que representa, respecto de ellos, al propietario de dicho capital. Por otra parte, el banco también se ve obligado a colocar en la industria una parte cada vez más grande de su capital. Gracias a esto, se convierte, en proporciones crecientes, en capitalista industrial. Este capital bancario, por consiguiente, capital en forma de dinero, que por este procedimiento se trueca de hecho en capital industrial, es lo que llamo capital financiero". "El capital financiero es el capital que se halla a disposición de los bancos y que es utilizado por los industriales".
Esta definición no es completa, por cuanto no se indica en ella uno de los hechos más importantes, a saber: el aumento de la concentración de la producción y del capital en un grado tan elevado, que conduce y ha conducido al monopolio. Pero en toda la exposición de Hilferding, en general, y en particular en los dos capítulos que preceden a aquél del cual hemos entresacado esta definición, se subraya el papel de los monopolios capitalistas.
Concentración de la producción; monopolios que se derivan de la misma; fusión o ensambladura de los bancos con la industria: he aquí la historia de la aparición del capital financiero y el contenido de dicho concepto.
Ahora pasaremos a describir cómo el poder de los monopolios capitalistas se convierte indefectiblemente, en las condiciones generales de la producción de mercancías y de la propiedad privada, en la dominación de